Esta obra se basa en los símbolos indicativos de la ruta del Camino de Santiago y es una ironía y confusión para los peregrinos en su ruta a Santiago de Compostela. La obra tiene un poco de humor negro.

La técnica es una mezcla entre figuración y abstracción. Son objetos imaginarios y están hechos de técnica mixta. El fondo son texturas abstractas en lápices de cera y óleo y el dibujo se realiza con lápiz de cera negra sobre una hoja de metacrilato transparente que se superpone al fondo e integra en una nueva composición integral. Donde la transparencia del material flota el dibujo sobre la obra en una sensación de texturas que emerge del fondo y que crean un nuevo orden espacial a la pintura.